A Luiz Henrique le ha sentado bien regresar a Río de Janeiro. El habilidoso extremo zurdo ha abandonado la apatía y la congoja con la que convivía en el Betis de Manuel Pellegrini. Meses después de certificarse su fichaje por el Botafogo, vuelve a ser aquel delantero con desparpajo, creativo y sin miedo a equivocarse.
A sus 23 años, está protagonizando un reset futbolístico, mostrándose a sí mismo que, cuando está motivado y juega en un entorno favorable, es un extremo con unas condiciones descomunales, tanto es así que llegó a estar en la agenda del Barça.
Este domingo, en un escenario tan majestuoso como es Maracaná, Luiz Henrique dejó su huella en el clásico ante el súper Flamengo, que entrena el exseleccionador brasileño Tite. Marcó un gol al alcance de pocos que abrió el tan inesperado como merecido triunfo del Fogao (0-2), con el que se situó líder en solitario del Brasileirao tras haberse disputado las cuatro primeras jornadas y con el que se rompió una racha de doce clásicos cariocas en los que el rubronegro estaba invicto.
Su tanto tiene pinceladas de crack. Remató, de primera y desde fuera del área, un córner con un toque sutil que desarboló a un portero de la calidad y la experiencia del argentino Agustín Rossi, sin duda, uno de los más respetados del fútbol sudamericano.
El extremo anda desbocado y con la autoestima por las nubes, tanto que ahora celebra sus goles con la máscara del superhéroe Pantera Negra con quien se identifica.
En el último mes, ya suma dos tantos y una asistencia en los seis partidos que ha disputado entre la fase de grupos de la Copa Libertadores y el inicio del Brasileirao. Su explosión ha coincidido con el fichaje del técnico portugués, Artur Jorge, que ha puesto orden táctico y ha enterrado el trauma del 2023, cuando el Fogao se hundió y regaló un Brasileirao que tenía ganado.
A Luiz Henrique no le pesa la presión de ser la inversión más cara de la historia del fútbol brasileño. En febrero, el Botafogo pagó 20 millones de euros al Betis. La idea del empresario estadounidense, John Textor, propietario del tradicional club carioca, es que el extremo se quede en su país, como mínimo, hasta la mitad del año.
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Entonces, está previsto que haga el salto a otro club bajo el control accionarial del magnate norteamericano, el Olympique Lyon, donde afrontará toda la temporada 2024/25.