La segunda etapa de Neymar Jr. en el Santos está siendo un rotundo fracaso, se mire por donde se mire. En febrero, regresó a su club de origen, donde firmó por solo cinco meses, con el proyecto inmediatista de jugar asiduamente, recuperar el ritmo de juego y las sensaciones como futbolista y, como consecuencia, poder reintegrarse a la Seleção.
Este es un escenario que no encontraba en el Al-Hilal, con un excedente de extranjeros y con un técnico, el portugués Jorge Jesus, ya despedido, a quien lo presionaban internamente por ganarlo todo. Por eso, el crack se fue, adelantando en cinco meses su adiós del fútbol saudita.
Ney, sin embargo, cerrará su contrato con el Peixe el próximo 30 de junio sin haber logrado realizar ni un solo entrenamiento con Brasil.
En marzo, fue desconvocado por Dorival Júnior por una lesión muscular que, entre idas y vueltas, lo ha dejado casi tres meses en el dique seco. Se evitó estar en el descalabro en el Monumental, de Buenos Aires, cuando Argentina, sin Leo Messi, barrió a los brasileños por 4-1, lo que acabó desembocando en la destitución del seleccionador canarinho.
Y, el lunes, Carlo Ancelotti, en su triunfal presentación como nuevo seleccionador, no lo incluyó en su primera convocatoria. “Está saliendo de una lesión, contamos con él, pero lo necesitamos en su mejor versión. Neymar tiene que estar listo para el Mundial. He hablado con él esta mañana y está de acuerdo con nosotros”, dijo el extécnico del Real Madrid, en una decisión que ha sido aplaudida por la prensa brasileña.
Desde que el ’10’ obtuvo el alta médica la semana pasada, solo ha jugado dos ratitos con el Santos: 24 minutos en la eliminación contra CRB en la Copa do Brasil y 28 minutos el domingo en el triunfo ante el Vitória (0-1).
Las próximas semanas Ney tiene que decidir si se queda en un Santos en posiciones de descenso a la Serie B o cambia de aires. Empieza, pues, un nuevo culebrón.
La vuelta a la Seleção se pospone, como mínimo, hasta la fecha FIFA de septiembre, cuando se cierran las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026. Esto significa que, como mínimo, estará un año y 11 meses sin vestirse de ‘verdeamarelo’.
La realidad es que Neymar sigue pagando las consecuencias de la ruptura del ligamento anterior de la rodilla izquierda que se produjo en octubre de 2023 en un Uruguay-Brasil disputado en el mítico Estadio Centenario, en Montevideo.
El Mundial, el último de su carrera, está a solo un año, pero cada semana que pasa parece mucho más distante para el astro brasileño. Su futuro pasa por quedarse en el Santos o ir a un mercado secundario; en Europa no hay espacio para él.
