The sweet return of Thiago Silva

Cuando Thiago Silva decidió volver a casa tras un largo y exitoso periplo en el fútbol europeo, no esperaba que su reestreno fuera de esta manera… en Cuiabá y con el Fluminense, ahora dirigido por Mano Menezes, en plena crisis deportiva y luchando para salir de la zona de descenso a la Serie B.

El veterano central, que en septiembre será un cuarentón, era la guinda del Tricolor carioca, que, cabe recordar, es el vigente campeón de la Copa Libertadores. Sin embargo, el 2024 ha sido de resaca, hasta tal punto que Fernando Diniz, el alma mater del proyecto con su fútbol ofensivo asimétrico, acabó siendo destituido contra todo pronóstico un mes atrás.

El técnico que obtuvo el principal título de la historia del club, y que llegó a compaginar el cargo en el segundo semestre de 2023 como seleccionador brasileño, fue fulminado sin ningún tipo de compasión. Los resultados no perdonaron, porque a la dirección del Flu le entró el vértigo al verse como colista de la Serie A y dio un volantazo. Lo sustituyeron por Mano Menezes, su antítesis futbolística y que pone en práctica un fútbol ultraconservador. Fue con este método, por ejemplo, que salvó al Corinthians del descenso el año pasado.

Thiago Silva, con su 3 a las espaldas, funcionó como un revulsivo para el Flu, que ganó en Cuiabá (0-1) con un gol de su perla, Kaua Elías, un ‘9’ de 18 años a quien debe seguirse muy de cerca. Es la segunda victoria tricolor en 17 partidos del Brasileirao. Ahora ya no es colista en solitario, comparte la última posición empatado a puntos con el Atlético Goianiense, a seis de la zona de permanencia. Su único triunfo liguero se remontaba a tres meses atrás cuando derrotó al Vasco da Gama (2-1) en un clásico carioca disputado en Maracaná.