Acostumbrado a vencer y a luchar por estar en lo más alto del podio, Neymar Jr. vive una situación inusitada. Ahora le toca jugar (lejos de su mejor condición física) y vencer para impedir un descenso que representaría tocar el fondo del pozo tras los dos peores años de toda su carrera.
[–>[–>[–>El Brasileirão baja el telón el próximo domingo. En siete días, con jornada intersemanal incluida, se decide el campeón, con el Flamengo teniendo que confirmar su ‘doblete’ tras ganar el sábado la Copa Libertadores, las últimas plazas para la Copa Libertadores y las de la Copa Sudamericana…, pero, principalmente, qué dos equipos acompañarán al Sport Recife y Juventude a la Serie B. Y aquí está focalizada toda la atención.
[–> [–>[–>Y, el Santos de Neymar está en medio de la titánica lucha por mantenerse a flote. Afronta sus dos últimos encuentros fuera de la zona de descenso por la diferencia de goles, por lo que no tiene margen para el error. La presión en la Vila Belmiro es brutal.
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Tanto, que el propio astro decidió jugar el viernes a pesar de las molestias en su maltrecha rodilla izquierda (la que sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior en octubre de 2023). Estuvo los 90 minutos en el triunfo santista por 3-1 contra el ya descendido Sport Recife. El astro marcó las diferencias: hizo un gol y dio una asistencia. La amenaza de una artroscopia que podría dejarlo de baja durante un mes sigue encima de la mesa. A pesar de todo, se da por hecho que Ney está en Caxias do Sul para jugar el miércoles ante el Juventude, el otro equipo ya descendido.
[–>[–>[–>La clasificación está muy apretada en su parte inferior. Todos los implicados están sacando fuerzas de flaqueza, menos el Internacional, que está en proceso de descomposición y que cambió su técnico a la desesperada este fin de semana: echó al argentino Ramón Díaz y a su hijo Emiliano para ponerse en manos del veterano Abel Braga, de 73 años, que ya empezó con el pie izquierdo con una frase homófoba en su presentación.
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Ahora mismo, las dos últimas plazas de descenso las ocupan el Fortaleza con 40 puntos. El equipo dirigido por Martín Palermo ha sumado un pleno al nueve en las últimas tres jornadas (este domingo ganó 1-0 en casa al Atlético Mineiro de Jorge Sampaoli) y mantiene una racha invicta de ocho encuentros.
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[–>Con 41, está el Internacional, que fue arrasado por el Vasco da Gama (5-1) el viernes, en medio de un increíble aguacero en São Januário y con el extremo Rayan, que está en la agenda de los grandes de Europa, firmando un doblete.
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El Peixe también contabiliza 41 puntos, pero si se salva temporalmente del descenso es por la diferencia de goles con respecto al colorado gaucho. Este es el segundo criterio en el Brasileirão para determinar la posición final en caso de empate; el primero es el número de partidos ganados y no los duelos directos como ocurre en muchísimas ligas del planeta.
[–>[–>[–>El Vitória suma 42 puntos. Estaba desahuciado y está protagonizando un rush final de temporada tan espectacular como improbable. Firmó su segundo triunfo seguido y lleva las últimas cinco jornadas invicto.
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El Ceará, por su parte, tiene 43 puntos. El miércoles tiene una cita de máxima dificultad: visita a un Flamengo en fiesta, en Maracanã, que busca sentenciar ya el título liguero, pensando en que la próxima semana le toca viajar a Qatar para disputar la Copa Intercontinental.
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Otros tres conjuntos no tienen aún garantizada la permanencia, pero lo tienen todo a su favor para concretarla: el Vasco da Gama, Red Bull Bragantino y Atlético Mineiro.
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En este contexto, a Neymar le toca tirar del carro. Nadie aceptaría en Santos, ni en Brasil, un segundo descenso, tras lo ocurrido en 2023. Con el futuro indefinido a partir de enero, el astro tiene la misión de salvar como sea el club donde se formó y es más venerado en todo el planeta.
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