La Confederaçao Brasileirao de Futebol (CBF) ha decidido suspender temporalmente el Brasileirao durante las próximas dos jornadas. El motivo son las inundaciones que castigan el estado de Río Grande do Sul, el más meridional del país, donde ha habido 150 muertos, 600.000 desplazados, la devastación de varias poblaciones y con una parte de su capital, Porto Alegre, bajo las aguas.
La máxima entidad del fútbol brasileño explicó en un comunicado que determinó la suspensión provisional del Brasileirao tras consultar a los 20 clubes que disputan la Serie A y recibir la petición de 15 de ellos para que el torneo sea paralizado al menos hasta el 27 de mayo.
La paralización del Brasileirao fue solicitada inicialmente por los tres clubes gauchos, el Gremio, el Internacional y el Juventude, que ya no jugaron las últimas dos jornadas.
La Arena Gremio y el estadio Beira-Rio, sede del Tricolor y el Colorado respectivamente, aún están anegados debido a la mayor crecida de la que se tiene constancia del río Guaíba, que inundó el centro histórico y numerosos barrios de Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul.
“En los últimos días, Brasil se vio radicalmente afectado por una tragedia ambiental sin precedentes en la historia, que impactó directamente a millones de personas en el estado de Río Grande do Sul y, por consiguiente, el fútbol practicado en el país”, apunta el comunicado de la CBF, que remarca que no se puede olvidar que el deporte y la sociedad caminan juntos y que no pueden separarse en un momento tan difícil para la sociedad brasileña.
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Según el último boletín de la Defensa Civil, las inundaciones han provocado 2.120.000 de damnificados en Río Grande do Sul, que vive todavía una situación caótica después de que un fuerte temporal sin precedentes afectara a 446 de sus 497 municipios.