Stop a la euforia. El regreso de Neymar Jr. al Santos no es llegar y besar al santo. El crack ha jugado dos partidos oficiales con el club de toda su vida en los que no solo no ha sido capaz de marcar las diferencias, sino que el Peixe ha coleccionado dos empates muy decepcionantes, en la fase regular del Campeonato Paulista, ante dos conjuntos inferiores, que militan en la Serie B del Brasileirao: 1-1, en la Vila Belmiro el día de la rentrée de Ney ante el Botafogo, de Ribeirao Preto; y el domingo, 0-0, en una salida soporífera contra el Novorizontino.
El crack, que está en su peso ideal, pone ganas, pide el balón, pero su estado físico no es el mejor, después de haber estado un año de baja, entre octubre de 2023 y 2024, por la rotura del ligamento anterior de su rodilla izquierda… la peor lesión de toda su carrera, de la cual aún intenta recuperarse.
Las piernas no le acompañan, y esto quedó patente ante el Novorizontino, donde mostró una versión muy terrenal. En 74 minutos, no finalizó a portería ni una sola vez, dio un único regate y perdió 24 balones. Fue un jarro de agua fría para quienes apostaban por una recuperación fulgurante. El propio astro, después de su redebut con el Peixe, había dicho que necesitaba “tres o cuatro partidos” para coger el punto de forma. Por lo visto, serán algunos más.
“Ese Neymar que yo, que él y que todos deseamos ver, necesita una continuidad de partidos, que tenga la capacidad de tener una secuencia y que gane ritmo. Entonces, lo más importante es que esa continuidad esté bien planificada”, diagnosticó su técnico, el portugués Pedro Caixinha.
“Ante el Novorizontino -prosiguió- estaba previsto que jugara 60 minutos, pero dado el ritmo de partido, su posición en el campo y el hecho de que no sintió molestias, nos llevó a que jugara 15 minutos más de lo planeado. ¿Eso significa que tiene ritmo de juego? No, aún no. Viene de dos años casi parado”.
La obviedad expuesta por el extécnico del Red Bull Bragantino puede abrir la caja de los truenos, porque es el mismo argumento que utilizó su compatriota, Jorge Jesus, entrenador de Ney en el Al-Hilal saudita, cuando explicó por qué no alineaba al crack: “puede rendir al nivel que aquí estamos acostumbrados”.
Caixinha, sin embargo, a diferencia de Jorge Jesus, ya ha anunciado que seguirá poniendo a Neymar en los próximos compromisos del Peixe. “Tiene muchas ganas y una gran disposición para jugar, y eso también se nota”, remarcó.
El encaje táctico de Neymar en el Santos llega en un inicio complicado de Campeonato Paulista, con solo dos victorias (una de ellas en el clásico contra el Sao Paulo, por 3-1), en las primeras ocho jornadas de la fase regular. El Príncipe (así lo llama ahora el propio Santos, teniendo en cuenta que Pelé es ‘O Rei’), no ha sido la solución de efecto inmediato que los más optimistas pronosticaban.
Hay presión interna, porque la primera fase del torneo regional termina en cuatro jornadas. Ahora mismo, el Santos está fuera de las plazas de acceso para jugar los cuartos de final, y el miércoles hay un clásico contra el Corinthians.
“El equipo está en el camino correcto, pero el problema es que los partidos pasan y no conseguimos la victoria. Y este es un club con una cultura de victoria, lo que conlleva una gran exigencia para todos nosotros”, reconoce el técnico santista.