Neymar Jr. ha bajado, de forma abrupta, muchísimos peldaños en la escala salarial mundial. De ostentar uno de los mejores contratos de la historia del fútbol en el Al-Hilal, ha pasado a percibir en el Santos una ficha mucho más modesta acorde con la realidad de su país.
Si Ney ha regresado al club donde se formó y del cual es hincha, no ha sido precisamente por lo que pueda llegar a ganar. Por primera vez desde su tempestuosa salida del Barça en el verano de 2017, ha antepuesto criterios deportivos a crematísticos.
Los cinco meses con los que se ha comprometido con el Santos (de febrero a junio) deben servirle de trampolín para recuperar sensaciones futbolísticas, tras la pesadilla vivida con la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en octubre de 2023, y relanzar su carrera pensando en su última etapa en el fútbol profesional.
Neymar padre acordó con el presidente del Santos, Marcelo Teixeira, que su hijo percibirá 20 millones de reales netos, lo que, al cambio, equivale a unos 2,5 millones de euros. Son, por tanto, unos 500.000 euros mensuales. Nada que ver con su contrato en Arabia Saudita.
En julio de 2023 firmó por dos años (que no llegó a cumplir) con el Al-Hilal, en los que se embolsaría 320 millones de euros: 160 por cada temporada. Era el top-3 de salarios del país saudita por detrás de los exmadridistas Cristiano Ronaldo (que, en 2024, cobró 200 millones de euros en ficha en el Al-Nassr) y Karim Benzema.
Por tanto, en enero, en su último mes en el Al-Hilal, recibió 13,3 millones de euros… y, en febrero, en Santos 500.000 euros.
Para el Peixe, los costes son mayores teniendo en cuenta que existe el acuerdo para que la entidad paulista pague los impuestos derivados del IRPF del contrato de Ney, lo que supondrá unos 964.000 euros durante estos cinco meses.
Paralelamente, el crack completará su ficha con lo que genere el club en publicidad, porque, según lo acordado, tiene derecho al 75% de los ingresos que el Santos tenga con nuevos patrocinadores. No han trascendido las previsiones de cuánto el club prevé recaudar en estos cinco meses por este concepto.
Ahora bien, para que la presencia de Ney no acabe siendo deficitaria, el Peixe se ve con la obligación de ingresar 13,5 millones de euros (unos 80 millones de reales brasileños) en nuevos patrocinadores para cubrir el aumento en su masa salarial que supone tener al crack, tendiendo en cuenta que solo entrarán en sus cofres un 25%.
Dependiendo del impacto publicitario que su presencia genere en el Santos, Ney puede acabar desbancado a Memphis Depay y convertirse en el futbolista mejor pagado del fútbol brasileño.
El exblaugrana, que juega en el Corinthians desde septiembre, tiene unos emolumentos anuales en concepto de ficha que alcanzan los 4,6 millones de euros anuales netos, a lo que hay que sumar diferentes bonus garantizados.
Cuando se comprometió con el Timao, como el neerlandés era agente libre, se embolsó 2 millones de euros y, en su contrato, está previsto que cobre un millón más en septiembre y otro adicional en febrero de 2026.
