Gaby Milito aceptó en marzo el reto de tener su primera experiencia internacional como entrenador. Y cogió las riendas de un Atlético Mineiro a la baja, que no acababa de carburar bajo la batuta del veterano Luiz Felipe Scolari. En cinco semanas, le ha cambiado la cara al Galo, ahora mismo, el equipo sensación del fútbol brasileño
Le ayudó muchísmo haber empezado con buen pie y a haber ganado la final del Campeonato Mineiro en un clásico de la máxima contra el Cruzeiro.
Son diez partidos dirigidos y se mantiene invicto con un balance de siete triunfos y tres empates. Más allá de su buen expediente, lo que más llama la atención de su trabajo es cómo está implementando, en un tiempo récord, sus conceptos futbolísticos.
Le ha cambiado la cara al Galo, que ha pasado de ser un equipo tristón y previsible, a practicar el fútbol más atractivo del país.
El Atlético Mineiro vuelve a ser un rodillo, que recuerda al de 2021 cuando logró el doblete (Brasileirao y Copa do Brasil), rompiendo la dicotomía establecida entre el Flamengo y el Palmeiras.
Con Gaby Milito, el Galo es agresivo, ordenado tácticamente, muy intenso, con y sin balón, y muerde. El balón circula rápido y con criterio, y, arriba, donde juega con dos extremos muy abiertos, tiene pólvora para resolver los partidos.
El incombustible Hulk, que va camino de los 38 años, Paulinho, que aparcó su nefasta aventura alemana para reencontrarse como futbolista y Scarpa, a quien le sobra experiencia en el Brasileirao, es un trío muy solvente para los parámetros brasileños y continentales.
El Atlético Mineiro vuelve a pensar en grande. Empujado por su ‘torcida’, una de las más fanáticas de Brasil, en su nuevo estadio, MRW Arena (inaugurado en agosto del año pasado), empieza a plantearse luchar por los grandes títulos.
En la Copa Libertadores, ha cerrado la primera vuelta de la fase de grupos con un pleno al 9. Sin despeinarse, ya está virtualmente en los octavos de final.
En el Brasileirao, transcurridas las cuatro primeras jornadas, es segundo a un solo punto del Botafogo, que ya ha enterrado el trauma de haberse desfondado y haber regalado la liga de 2023 . En un torneo tradicionalmente caracterizado por la igualdad, es uno de los cuatro únicos clubes que se mantiene invicto.
Mientras, en la Copa do Brasil, tiene bien encaminada la clasificación para octavos después de superar el martes, en casa, al Sport Recife (2-0).
A sus 43 años, Gaby Milito va construyendo una carrera sólida en los banquillos. Dejó el Argentinos Juniors en agosto. Manejó ofertas de su país y de la Universidad Católica, de Chile. Esperó, sin embargo, una oferta más convincente, que llegó desde Belo Horizonte, y que agarró con todas sus fuerzas.
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Aún es muy temprano para conclusiones definitivas (y más en Brasil con la inestabilidad que hay en los banquillos), pero empieza a cuajar la idea que el Atlético Mineiro puede funcionar como un trampolín en la carrera en los banquillos de Gaby Milito y de su equipo de trabajo, donde destaca la figura de su mano derecha, Leandro Ávila.