El Atlético Mineiro se plantó en la final de la Copa Libertadores 2024 sin recibir ni un tanto en los 180 minutos de semifinales ante el River Plate… este domingo, sin embargo, en el partido de ida de la final de la Copa do Brasil, un Flamengo empujado por su ‘torcida’ le metió tres Le infringió un 3-1 en Maracaná.
El daño podría haber sido irreversible para el conjunto que dirige Gaby Milito, porque el Mengao llegó a abrir tres goles de ventaja.
En el duelo de técnicos, el novato Filipe Luis, que sustituyó a Tite hace tan solo un mes, le dio un baño a Milito y a un Galo irreconocible, que casi tira por la borda la posibilidad de firmar un doblete copero.
El Flamengo fue muy superior, sobre todo, en un primer tiempo muy bien ejecutado. El gol tempranero de Arrascaeta (min. 11) imprimió mucha confianza a los cariocas, que recuperaron un juego ofensivo exuberante que hacía muchos meses que no practicaban.
El gran protagonista del triunfo fue el renacido Gabigol, a quien Filipe Luis le dio una nueva oportunidad y lo puso como titular en la punta de ataque. Y el díscolo delantero centro, que todo apunta que abandonará el Flamengo en diciembre con la carta de libertad bajo el brazo, volvió a ser el de las grandes ocasiones.
Hizo un doblete para la historia, ampliando una estadística que escenifica su trascendencia en la historia moderna del rubronegro carioca: son 16 tantos en 17 finales.
Los dos goles de ventaja son un botín interesantísimo para los cariocas de cara al partido de vuelta, programado para el próximo domingo, en Belo Horizonte, en el calderón de la Arena MRW, donde el Galo ha firmado grandes actuaciones, en los cuartos de final y en las semifinales en la Copa Libertadores
Los mineiros solo han dado la cara en la recta final del encuentro, donde pescaron un tanto salvador del veterano Alan Kardec (min. 80), un futbolista ahora coadyuvante y que se estrenó como goleador esta temporada.
Los de Milito sintieron las bajas de Deyverson, su amuleto en punta de ataque, y del volante argentino Fausto Vera, que no pueden disputar el torneo copero porque ya lo hicieron, en esta edición, con el Cuiabá y el Corinthians, respectivamente. Y también acusaron el factor psicológico.
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Ganó quien salió más enchufado y quien abrazó con todas sus fuerzas la única opción de gran título que le resta. El Atlético Miniero estaba de resaca emocial tras haber asegurado el miércoles, en el Monumental de Núñez, ante el River Plate (0-0), el billete para disputar la segunda final de Libertadores de su historia, tras el éxito de 2013 cuando sumó su último título con Ronaldinho Gaucho como maestro de ceremonia, que hizo su último gran torneo antes de dejarse ir. Su gran partido del año será el sábado 30, en Buenos Aires, antes el Botafogo.