“Hemos recibido una breve carta del Secretario General Philippe Moggio con el rechazo de nuestra solicitud para unirnos a Concacaf como el miembro número 42. Usaremos las próximas 24 horas para evaluar nuestra situación y discutir internamente cómo procesaremos la decisión, pero por ahora declararemos que esto es una derrota de la democracia del fútbol”. Así de contundente, la Federación de Fútbol groenlandesa comunicó que el ente regulador del fútbol centro y norteamericano rechazó de plano su petición para pertenecer a su confederación.
No es la primera vez que les rechazan. La nación, colonia de Dinamarca, siempre coqueteó con la idea de saltar al profesionalismo. Una parte suya lo logró: Jesper Gronkjaer disputó los Mundiales de 1998 y 2002 con el país danés siendo nacido en Nuuk capital de Groenlandia.
Pero ser de soberanía danesa no sirvió para nada más que para el portazo del fútbol europeo debido a las restricciones de país independientes reconocidos de Europa. Entonces surgió, hace un par de años, la posibilidad de dar el salto a la Concacaf, confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. La misma que ahora ven, otra vez, fracasar.
“DIFICULTADES EXTREMAS”
“Esto hace que el fútbol no sea accesible para todos a nivel mundial y demuestra que las naciones más pequeñas enfrentan dificultades extremas para obtener permiso para jugar bajo su propia bandera”, complementó el presidente de la Asociación de Fútbol de Groenlandia, Kenneth Kleist, en un comunicado.
Groenlandia, de 56.000 habitantes, tiene a más de 5.000 jugadores inscritos en casi 80 clubes de su geografía nacional. Además, como absoluta han competido en varios torneos de categoría amateur.
En los ‘Juegos de las Islas‘, por ejemplo, son dos veces subcampeones de la categoría -vencieron en las semis del campeonato de 2017 a su par de Menorca-. Y recientemente disputaron un duelo de exhibición ante Turkmenistán, combinado profesional de la AFC, cayendo goleados por 5-0.
Morten Rutkjaer, seleccionador nacional, había expresado ya el deseo por la profesionalización de Groenlandia: “Nos vemos como un ejemplo positivo que se atreve a enfrentarse a los grandes. Queremos inspirar y contribuir positivamente al desarrollo del fútbol en nuestra región y del mundo entero”. De momento, deberán esperar para ello.
