De la euforia a la incertidumbre. Este es el escenario por el que Neymar Jr. y toda la ‘torcida’ del Santos han transitado ahora que se han cumplido 80 días desde que desembarcó en el club donde se formó para recuperar sensaciones y volver a sentirse futbolista después de su lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, que lo dejó un año KO.
Ney vive rodeado de incógnitas, que él mismo alimenta. Para empezar, se desconoce el alcance real de su segunda lesión muscular, en la misma zona que la anterior, en la parte posterior de su muslo izquierdo. El crack se retiró hace una semana en el minuto 32 del encuentro que el Peixe disputaba en la Vila Belmiro ante el Atlético Mineiro, y donde, por cierto, acabó conquistando su única victoria hasta el momento (2-0) en las cinco primeras jornadas del Brasileirao 2025.
Los servicios médicos santistas no dieron detalles de lo que le ha ocurrido al crack y, por tanto, nadie sabe cuánto tiempo va a estar de baja. Hay quien especula que permanecerá un mes apartado de los terrenos de juego y que su regreso podría ser en el clásico paulista contra el Corinthians, que se disputará el 18 de mayo en la Neo Química Arena, en São Paulo.
Neymar ya jugó al despiste cuando se rompió por primera vez el domingo de Carnaval. Enmascaró su lesión. Primero dijo que solo padecía “molestias” y, tras estar 40 días de baja, se adoptó el discurso oficial de que había sufrido un “edema”, lo que es incompatible con el extenso tiempo en el que estuvo apartado de los terrenos de juego.
El estado físico de Neymar preocupa muchísimo. Solo fue capaz de jugar de forma seguida en su primer mes. Después, ha encadenado dos percances musculares. Su reaparición acabó siendo decepcionante para todos. Jugó la segunda parte en Maracaná en la derrota en el último minuto contra el Fluminense (1-0) y, luego, se rompió ante el Galo. Solo acumuló 77 minutos de juego.
El segundo gran tema que mantiene en vilo no solo a los santistas sino a todo el público brasileño es la incertidumbre respecto a su futuro. Ya ha superado el ecuador de su contrato de cinco meses con el Peixe, que expira el 30 de junio. Y no hay ninguna pista sobre lo que hará. Figuras públicas como Romário le han recomendado que permanezca en Brasil para prepararse para el Mundial 2026, el último de su carrera.
El agente André Cury, que fue clave en su fichaje por el Barça, también defiende la misma tesis. Así lo ha expresado en una reciente entrevista al diario AS.
El presidente santista, Marcelo Teixeira, que siempre ha sido muy optimista sobre la ampliación del contrato del crack, lanzó balones fuera y no cree que las lesiones de Ney ayuden a su permanencia.
“No hay ninguna facilidad ni beneficio en esto. Existe un proyecto con Neymar. Este trabajo no depende de que él esté jugando o no. Eso no va a hacer que el mercado venga y haga una contratación. Lo que realmente necesitamos es reflexionar, calcular y analizar de acuerdo con el proyecto que se está llevando a cabo, la continuidad y el beneficio de la permanencia de Neymar. Eso es lo más importante”, dijo.
La situación deportiva del Santos hace que todo se vea aún más complicado. El equipo, en su regreso a la élite tras pasar en 2024 por la Serie B, no está dando la talla. Ocupa una de las cuatro plazas de descenso.
El técnico, el portugués Pedro Caixinha, fue destituido y, de momento, el auxiliar César Sampaio ha asumido interinamente la dirección. Los entrenadores de prestigio con los que se ha contactado, el caso de los dos exseleccionadores brasileños, Tite y Dorival Júnior, no han querido saber nada del club; lo mismo ha ocurrido con el portugués Luís Castro, que hizo un gran trabajo en su etapa en el Botafogo.