El debut de Davide Ancelotti como primer entrenador empieza a estar marcado por grandes decepciones. El hijo de Carletto, de 36 años, abandonó prematuramente el cuerpo técnico de la Seleção para asumir las riendas del Botafogo en julio, tras el Mundial de Clubes. Y, dos meses después, los cariocas ya no tienen ninguna opción de ganar algún título esta temporada.
Esta última madrugada, el equipo de la Estrella Solitaria fue eliminado de la Copa do Brasil ante su propia ‘torcida’, que batió el récord de asistencia de 2025 en el Nilton Santos (Río de Janeiro)… y lo peor, fue en un clásico.
El Vasco da Gama, que atraviesa un año complicado y lucha por la permanencia en el Brasileirao, dio la sorpresa y se clasificó para las semifinales del torneo KO. Repitió el 1-1 de la ida en São Januário y, luego, se impuso por 3-5 en la tanda de penaltis.
Este es el segundo gran éxito del seleccionador brasileño Fernando Diniz al frente de los cruzmaltinos, después de infligir semanas atrás un histórico 0-6 al Santos de Neymar Jr., en el estadio de Morumbí, en São Paulo. Ahora buscará un lugar en la final en otro clásico carioca, ante el Fluminense, que eliminó al Bahía, del Grupo City. La otra semifinal enfrentará al Corinthians, con Memphis Depay, contra el Cruzeiro, que volvió a superar al Atlético Mineiro (2-0) en el debut de Jorge Sampaoli en su segunda etapa en el Galo.
La eliminación del Botafogo tiene consecuencias: se esfuma la única posibilidad de ganar un título en lo que resta de temporada. La resaca de 2024, cuando conquistó la primera Libertadores de su historia junto con el Brasileirao, está siendo muy amarga.
Davide Ancelotti ha enderezado algo el rumbo en el Brasileirao, donde el Fogão es quinto con 35 puntos, muy cerca del G4 que da acceso directo a la Copa Libertadores 2026, pero a la vez con una distancia casi insalvable respecto al trío Flamengo, Cruzeiro y Palmeiras, que se disputará el campeonato.
Sin embargo, el técnico italiano queda muy señalado por el pobre desempeño de su equipo en los torneos coperos, donde nadie esperaba estas eliminaciones. En la Libertadores fue una sorpresa mayúscula quedar fuera en los octavos de final contra la LDU, rival ahora del São Paulo. Con un centro del campo muy defensivo, en el que introdujo un trivote, los cariocas, que defendían el 1-0 de la ida, perdieron por 2-0 en una actuación nefasta en Quito.
Los vaivenes deportivos se suman a la crisis institucional que asola al Botafogo, con el intento de su propietario, el magnate estadounidense John Textor, de hacerse con el control del club, sacándolo del holding Eagle, del que también es dueño.
