Carlo Ancelotti no echa de menos a Neymar Jr… ni tampoco la ‘torcida’ y la prensa brasileña, que han abrazado al ex técnico del Real Madrid en un acto de fe colectivo en busca del ‘Hexa’ en el Mundial del próximo año.
Ney cumplirá en octubre dos años alejado de la Canarinha. No ha vuelto a jugar de ‘verdeamarelo’ desde que se lesionó, precisamente con Brasil, en octubre de 2023 en un partido de las eliminatorias sudamericanas en Montevideo contra Uruguay.
En esta fecha FIFA se daba por hecho su regreso, pero sufrió un edema muscular en la pierna que lo dejó inactivo por unos días. Ancelotti aprovechó el percance para dejarlo fuera. Y se montó el lío.
El día de la convocatoria, el italiano dio a entender que no llamaba a Ney por sus problemas físicos, argumento que utilizó para explicar la ausencia de Rodrygo. Al ‘craque’ no le hizo ni pizca de gracia y respondió el domingo pasado, después de jugar 90 minutos con el Santos en el Brasileirao. “No me ha convocado por una decisión técnica, no creo que tenga nada que ver con mi condición física”, sostuvo.
Se esperaba la contrarréplica de Carletto, pero, como viejo zorro que es, dribló la polémica, desactivó la bomba y dio la razón a Neymar. Y allí apagó el incendio un día antes del Brasil-Chile en Maracaná.
Cuando rodó el balón, Ancelotti se llenó de argumentos para seguir montando su equipo de cara al Mundial sin la presencia del ’10’, dorsal que en esta ocasión vistió el blaugrana Raphinha. Ganó la Canarinha por 3-0 y el público lo celebró. Los elogios se han multiplicado.
“Hemos mostrado un buen ritmo, una buena presión. Los ‘torcedores’ tienen que estar contentos igual que lo estamos nosotros por el partido que hemos hecho”, dijo el seleccionador.
Casemiro volvió para quedarse
Lo que más le gustó a Carletto fue el balance defensivo. Ha logrado cortar la hemorragia goleadora que sufría Brasil con Dorival Júnior, destituido en marzo después de encajar un vergonzoso 4-1 en el Monumental de Núñez ante Argentina.
Ancelotti lleva tres ‘clean sheet’ en sus tres primeros partidos. O sea, que Alisson aún no sabe lo que es recibir un tanto con su nuevo seleccionador: 0-0 en Ecuador en el debut de Carletto; 2-0 contra Paraguay en São Paulo; y, este último jueves, 3-0 contra Chile.
La mejora sustancial se debe, en parte, a la reintegración de Casemiro, recuperado para la causa a los 33 años. “Mi trabajo es que los centrales jueguen mejor y es lo que está ocurriendo. Tengo una fe ciega en Ancelotti, lo conozco muy bien”, asegura el ex del Madrid, que será baja el próximo martes por acumulación de tarjetas.
Ancelotti empieza a sacar pecho. “Son tres partidos en los que hemos podido ver la base: un equipo compacto que defiende bien. En los tres encuentros defendimos bien. Después está la calidad individual de los jugadores, que cambia y marca la diferencia. Tenemos que seguir en esta línea, porque estoy convencido de que, si no encajamos goles como hemos hecho, tendremos muchas oportunidades de ganar los partidos”, dijo.
Raphinha played against Chile with the mythical T -shirt of Brazil / EFE
Brasil esboza ya un sistema de juego, con una línea de cuatro atrás donde se prima más el balance defensivo que la incursión de los laterales, aunque tengan vía libre para sumarse al ataque. Casemiro es el áncora, al lado de Bruno Guimarães, que también ha aumentado sus prestaciones.
A Ancelotti le gustaría contar con un centro del campo más creativo, al estilo del Casemiro, Modric y Kroos que tuvo en sus épocas buenas en el Bernabéu. Aquí está, sin duda, el talón de Aquiles de esta Seleçao. Tal vez Lucas Paquetá pueda ir ganando enteros.
Arriba, a pesar de no haber un ‘9’ a la altura de la historia de Brasil, el italiano se da por satisfecho con la abundancia de extremos capaces de romper un partido individualmente: Vinicius, Rodrygo, Raphinha, Martinelli, Luiz Henrique —que no se ha olvidado de jugar en el Zenit— y la estrella emergente Estevao.
El Neymar actual desentona
Sin nombrar a Neymar Jr. ni quererle enviar una indirecta, Ancelotti dijo tras la goleada a los chilenos una frase que expone los déficits que actualmente tiene el santista. Para Carletto, sin solidaridad no hay éxito. “Cuando un equipo defiende bien, todos defienden bien. El fútbol moderno depende en gran parte de los delanteros. Si los de arriba trabajan, el equipo defiende bien. Si no lo hacen, el equipo acabará sufriendo”, declaró.
Neymar Jr. in his last game with Santos FC / Raul Baretta/ Santos FC.
Raphinha, que jugó de ’10’ ante Chile, el motivado ‘menino’ Estevao y Martinelli ofrecen una presión alta, a la que nadie espera que Neymar se adhiera.
En el próximo partido, en la altitud de 4.100 metros de El Alto, en la zona metropolitana de La Paz, difícilmente se podrán sacar conclusiones por las dificultades que supone intentar jugar al fútbol en estas condiciones tan adversas. Brasil no se juega nada y Bolivia buscará un triunfo a la espera de que Venezuela falle en casa contra Colombia, para ir a la repesca.
De momento, Ancelotti se va cargando de razones y tiene toda la opinión pública a su favor. Si le echa un pulso a Neymar, contará con el apoyo popular. El balón está en el tejado del crack, que necesita progresar, y mucho, en el Santos. Su versión actual no le da para ir al Mundial.
