Keny Arroyo es uno de los jóvenes talentos sudamericanos que ha llamado la atención en los últimos años a los scouts europeos que peinan la región en busca de talento precoz. El internacional absoluto ecuatoriano, de 19 años, estaba en el Besiktas turco, donde aterrizó en febrero y no acabó de afianzarse. Ahora regresa a su continente para relanzar su carrera en el Cruzeiro, uno de los equipos del Brasileirao con mayor poder de compra.
Los celestes, que salieron de la bancarrota cuando Ronaldo Nazário, junto a un grupo de inversores, compró la entidad para posteriormente revenderla, han recuperado parte de su grandeza. Su proyecto actual es muy ambicioso. Tienen un técnico de prestigio, el portugués Leonardo Jardim, que, entre otros hitos, hizo campeón al Mónaco con un jovencísimo Kylian Mbappé.
Y encaran la recta final de la temporada con opciones reales de título: se llevaron el derbi ante el Atlético Mineiro (0-2) en la ida de los cuartos de la Copa do Brasil y, en el Brasileirao, han entrado de lleno en la lucha por el título, donde se codean con el súper-Flamengo de Filipe Luís (tiene la plantilla más competitiva de todo el continente) y el Palmeiras.
El Cruzeiro ha pagado 8 millones de euros por el 50% de los derechos económicos de Keny Arroyo, apodado Cheche, como le gusta ser llamado; la otra mitad sigue en manos de su club formador, el Independiente del Valle, una de las plazas sudamericanas que más talento de calidad revelan. De allí salieron el central Willian Pacho, un intocable en el PSG de Luis Enrique, o Kendry Paez, propiedad del Chelsea que lo ha cedido al Racing Estrasburgo.
Arroyo tuvo grandes actuaciones con la selección ecuatoriana en los Sudamericanos Sub-17 y Sub-20 en los que actuó. Se trata de un extremo zurdo que juega a pierna cambiada, con uno contra uno, verticalidad, velocidad, desparpajo y desequilibrio. Sin duda, un delantero de futuro que tiene que mejorar su toma de decisiones y dar un paso adelante.
Es, sin duda, un futbolista muy a tener en cuenta en el panorama internacional. Si se adapta bien y rápido en Belo Horizonte, donde encontrará un equipo compacto con una mentalidad ganadora y muy ofensiva, no estaría descartado que incluso pueda ir al Mundial 2026. Su seleccionador, el argentino Sebastián Beccacece, tiene mucha personalidad y ya ha mostrado que no tiene ningún problema en apostar por jóvenes futbolistas.
Cheche Arroyo, que ha firmado hasta diciembre de 2029, es el cuarto fichaje confirmado del Cruzeiro en esta ventana de contrataciones, después del colombiano Luis Sinisterra, cedido por el Bournemouth, el mediocentro Ryan Guilherme, procedente del Fortaleza, y el joven lateral diestro Kauã Moraes, de 18 años, incorporado del Athlético Paranaense, que transita ahora por la Serie B.
