El anuncio de Ronaldo Názario, que retira su candidatura a la presidencia de la Confederação Brasileira de Futebol (CBF) tiene consecuencias que se extienden más allá de las fronteras brasileñas y que alcanzan hasta Manchester.
El Fenómeno estaba convencido de que podría derrotar al actual presidente de la Confederação, Ednaldo Rodrigues, en unos comicios, aún sin fecha, que se celebrarán antes de marzo de 2026.
Según adelantó SPORT en noviembre, una de las decisiones estrella que tenía en mente Ronaldo era contratar a Pep Guardiola y convertirlo en el primer extranjero en dirigir la selección brasileña. Lo quería para después del Mundial 2026, independientemente del resultado que alcanzase Brasil.
El exdelantero ya se había puesto en contacto con el entorno de Pep para trasladarle cuáles eran sus intenciones y su plan de actuación. Lo hizo poniéndose en contacto con su hermano Pere, con quien mantiene una buena amistad.
El Fenómeno conoce al actual presidente del Consejo de Administración del Girona FC desde 1997, cuando este empezó su carrera profesional en Nike. En su etapa en la multinacional estadounidense, Pere Guardiola llegó a encargarse durante un tiempo de la gestión de la logística de Ronaldo Nazário, algo que también realizó con otro icono, como es Ronaldinho Gaucho.
Las intenciones de Ronaldo han volado por los aires. El miércoles, retiró su candidatura por el boicot que ha sufrido por parte de las federaciones territoriales brasileñas, que están alineadas con la dirección actual de la CBF. El sistema lo ha derrotado.
Para oficializar su candidatura a la presidencia, el Fenómeno y cualquier otro postulante necesitan contar con el respaldo de, al menos, cuatro federaciones estatales y cuatro clubes de la Serie A o B del Brasileirão.
“En mi primer contacto con las 27 filiadas, encontré 23 puertas cerradas. Las federaciones se negaron a recibirme en sus sedes, bajo el argumento de satisfacción con la actual gestión y apoyo a la reelección. No pude presentar mi proyecto, exponer mis ideas y escucharlas como hubiera deseado. No hubo ninguna apertura para el diálogo”, explicó el excampeón mundial en un comunicado.
Ronaldo Nazário era un camino seguro y fáctible para que Pep Guardiola materializara su sueño de entrenar a una de las grandes selecciones del fútbol mundial cuando decida dejar el proyecto del City. Es la culminación de una carrera exitosa en Barcelona, Múnich y Manchester.
Con el Fenómeno fuera del mapa electoral, si el técnico catalán quiere algún día entrenar a la Seleção, tendrá que negociar con un desconocido para él, con quien no tiene ninguna afinidad: Ednaldo Rodrigues, que tiene vía libre para reelegirse en el próximo proceso electoral, donde es muy probable que sea el candidato único.
