El Botafogo fue campeón del Brasileirao durante muchísimos minutos de la penúltima jornada. Sin sentir los efectos de la resaca emocional de ser campeón de la Libertadores por primera vez en su historia, ganó 0-1 al Internacional, en Porto Alegre, gracias a un gol tempranero de Jefferson Savarino (min. 5) en una jugada ensayada.
Y el único equipo que podría evitar el título, el Palmeiras, que había empezado pediendo, iba empatando en su visita al Cruzeiro (1-1) en un Mineirao vacío porque el partido se jugaba a puerta cerrada por los gravísimos incidentes ocurridos semanas atrás entre ultras de los dos equipos. Todo, sin embargo, cambió en el minuto 90, gracias a una genialidad de Estevao ‘Messinho’, que transformó un libre directo de forma magistral, que sorprendió al veterano cancerbero Cássio. Fue su 13ª diana en este Brasileirao.
El tanto de la joya de 17 años, vendido al Chelsea por 65 millones de euros, certificó un 1-2 in extremis, dio una vida extra al Verdao y empujó hasta la última jornada la decisión de quién será el campeón.
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Todo está a favor del Botafogo para que obtenga un título que no alza desde 1995. Los cariocas tienen tres puntos de ventaja sobre el Palmeiras (76 a 73), por lo que les vale el empate; jugarán en casa, en el estadio Olímpico Nilton Santos, empujado por su ‘torcida’; y su rival, el Sao Paulo no se juega nada porque está clasificado para la fase de grupos de la próxima Copa Libertadores y, además, no quiere que uno de sus acérrimos rivales, el Verdao, sea campeón.
Por su parte, el Palmeiras recibirá al Fluminense en su estadio, el Allianz Parque. Para enlazar su tercer título liguero seguido, a los de Abel Ferreira solo les vale la victoria y esperar que el Botafogo no gane su encuentro. Es una combinación de resultados que, a priori, se antoja realmente difícil de ocurrir.
El Fogao no da muestras que va a desfallecer porque está con la moral por las nubes desde su triunfo, este último sábado, en la final de la Copa Libertadores ante el Atlético Mineiro (1-3) en un partido que jugó con inferioridad numérica desde el primer minuto.
Antes de viajar a Buenos Aires, el conjunto de Artur Jorge había hecho los deberes y dejó el Brasileirao bien encaminado cuando derrotó por 1-3 al Palmeiras, en Sao Paulo.
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El Botafogo, pues, está a 90 minutos de firmar un doblete que solo han logrado anteriormente el Santos, en la época de Pelé (cuando ganó Libertadores y la Taça Brasil), y el Flamengo, dirigido por el portugués Jorge Jesus, en 2019 cuando firmó un año perfecto.