El amor siempre triunfa. Incluso cuando las palabras indican lo contrario, el sentimiento sale a flote. Le pasó a Fernando Gago y a Boca Juniors, una unión hecha para prolongarse en el tiempo. Porque aunque el exfutbolista del Real Madrid lo negara, como hizo Pedro con Jesús, el secreto se confirmó y ya es el nuevo entrenador del ‘Xeneize’ por elección de Juan Román Riquelme, presidente de la entidad.
Y es que, entre ambos, el hilo nunca se rompera. Cuando el Real Madrid decidió pagar 20,5 millones de euros por el fichaje de un prometedor centrocampista de Boca en invierno de 2007, el club de La Ribera sabía que dejaba ir a un futbolista especial. No era al uso de lo que gustaba en La Bombonera, templo fanatizado con los que van al suelo y levantan tanto rivales como pasiones.
Gago era distinto, en todo el sentido de la palabra, y así lo demostró durante su carrera. Solo las lesiones fueron capaces de detener la espectacular proyección que llevaba. Dio tumbos entre Valencia y Roma para volver a Argentina, sumándose a Vélez Sarsfield, en 2013. Pero su lugar en el mundo siempre fue Boca.
PRIMERO LO NEGÓ… PERO ERA INEVITABLE
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Ahí pasó los siguientes seis años de su carrera antes de anunciar la retirada en 2020, en otro paso efímero por Liniers. Luego vinieron los banquillos, estrenándose en Aldosivi y saltando rápidamente a Racing Club de Avellaneda, uno de los grandes del país. En la ‘Academia’ alzó un Trofeo de Campeones de Argentina y una Supercopa Internacional, justamente ante Boca.
El destino volvía a encontrarles, pero no como Gago deseaba. Para ello faltaba aún su mudanza a México, asumiendo con Chivas de Guadalajara. En 38 partidos con el ‘Rebaño Sagrado’ alcanzó a firmar 17 victorias, nueve empates y doce derrotas. Todo antes de que se cruzara otra vez el azul y oro en su camino. “Lo voy a aclarar, para ser sinceros yo no tuve ninguna oferta, ni llamados; no sé de dónde salen estas informaciones“, dijo sobre su vinculación con Juan Román Riquelme y el banquillo de La Bombonera, vacante tras la marcha de Diego Martínez en medio de una crisis de resultados.
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A la par, periodistas locales como Gastón Edul confirmaban lo que era un secreto a voces: Gago asumiría como entrenador de la entidad bonaerense. Y así se confirmó, sellando el tercer paso por la institución, esta vez para tomar las riendas de un proyecto a la deriva y ávido de retomar su gloriosa senda de títulos. “Vuelvo a casa”, sentenció a su llegada al aeropuerto. En ningún lado se está mejor.