El Gremio y el Internacional, los dos grandes clubes de Porto Alegre, no han quedado indemnes de las históricas lluvias que arrecian el estado de Río Grande do Sul, el más meridional de Brasil.
Este viernes por la mañana, las consecuencias de los temporales, que llevan castigado la región durante toda esta semana, han alcanzado la capital gaucha, donde el río Guaíba ha roto algunos de los muros de contención y ha acabado trasbordando. Una de las consecuencias ha sido que las ciudades deportivas del Gremio y del Internacional hayan terminado inundadas.
Los campos de entrenamiento, donde se ejercitan a diario tanto el primer equipo como las categorías de base, están cubiertos de agua. Se desconoce el impacto en la infraestructura en las dos entidades y que costes acabarán suponiendo.
El río Guaíba, a su paso por Porto Alegre, ha alcanzado los 4,5 metros y se espera que, en las próximas horas, llegue hasta los cinco, superando los registros de 1941, considerada hasta ahora, la peor inundación que sufrió la ciudad.
Protección Civil ha emitido un alerta de “inundación extrema” en la ciudad y ha orientado a la población que evite todas las regiones próximas al río y lugares catalogados como de riesgo.
La CBF ya había cancelado los compromisos de este fin de semana de los clubes gauchos, por lo que tanto Gremio como Internacional han dado día libre a sus futbolistas. No hay previsión de cuándo volverán al trabajo.
En las últimas horas, integrantes de los dos equipos se han unido a trabajos voluntarios para ayudar a las víctimas de las inundaciones que han tenido que dejar sus hogares.
El estado de Río Grande do Sul está padeciendo los peores temporales de su historia. Hasta el momento, se contabilizan 37 muertos, 74 desaparecidos (hay poquísimas esperanzas de encontrarlos en vida) y otras 74 personas heridas de diversa consideración. Las autoridades han informado que las inundaciones han afectado 235 municipios gauchos, lo que ha provocado que su impacto lo hayan sentido unas 352.000 personas.
Este viernes, la cifra de desalojados llegó a los 32.000, de los cuales casi 8.000 están en diferentes albergues y centros de acogida improvisados.
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“Es el mayor desastre que nunca vivió este estado, estamos en una situación de guerra. Vienen días difíciles y pedimos a todo el mundo que las personas dejen sus casas si estas están en zonaas de riesgo. Nuestro objetivo es salvar vidas y nuestra prioridad es rescatar personas.”, ha afirmado el gobernador, Eduardo Leite, que está recibiendo críticas por la falta de planificación de su gobierno. Los servicios meteorológicos llevaban semanas alertando de la posibilidad que ocurrieran temporales de altísima intensidad en todo el estado.