Boca Juniors regresa a Córdoba. En el mismo escenario, el Estadio Mario Alberto Kempes, donde nueve días atrás superó a River Plate (2-3) en el superclásico polémico, el Xeneize vuelve a encarar un todo o nada. Este martes, los de Diego Martínez encaran la semifinal a partido único de la Copa de la Liga, el gran torneo del primer semestre del año en el fútbol argentino, ante Estudiantes de La Plata. Un choque de titanes.
En juego, hay la segunda plaza para la gran final del próximo domingo en el estadio Madre de Ciudades, en Santiago del Estero. El Vélez Sarsfield espera rival.
El Fortín hizo el enésimo esfuerzo titánico de la temporada para superar a Argentino Juniors. Para ello, se sobrepuso a una expulsión tempranera (a Braian Romero lo echaron en el minuto 14), aguantó con heroísmo el empate sin goles hasta el minuto 90 y, luego, remató la faena en la tanda de penaltis.
Sobre el papel, Estudiantes sale con cierta ventaja desde la óptica estrictamente futbolística. Eso sí, viene de una derrota dolorosa en casa contra el Gremio (0-1) en la Copa Libertadores, en la que no supo administrar la última media hora con ventaja.
El Pincha tiene, históricamente, ventaja en los cara a cara con el Boca Juniors, aunque los precedentes pueden quedar atenuados en esta ocasión. Esta temporada, los de La Plata ya fallaron en la gran cita que tuvieron. Perdieron la final de la Supercopa argentina contra River Plate (1-2), que se disputó en el escenario del encuentro de esta noche, de una forma muy cruel, encajando el gol que confirmaba la remontada del Millonario en tiempo añadido.
Boca, por su parte, lleva un 2024 irregular, sin ir más lejos, en su último compromiso, el jueves, el Fortaleza, que dirige el argentino Juan Pablo Vojvoda, lo sometió por 4-2. Sin embargo, hay el convencimiento que llegó su momento.
Internanamente se ve como un punto de inflexión el triunfo en el superclásico en los cuartos de final, donde sometieron sin contemplaciones a un River, que se queja de un gol fantasma. Fue la actuación más convinciente del 2024 en un momento de máxima presión.
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Ahora ya se trata de un acto de fe y, también de apostar todas las fichas en su ‘dupla’ uruguaya de ataque formada por Edinson Cavani, que vive su mejor momento con el Xeneize, y Miguel Merentiel, que fueron los verdugos de River.